Polainas en Alta Montaña

16 septiembre, 2019
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16 septiembre, 2019 Expedición Andina

Polainas en Alta Montaña

Elaborado por Expedición Andina C.A (Fabrica artesanal venezolana de equipos de montañismo, 2019)
Las polainas se refieren a una prenda de vestir que cubre parte de la pierna, por lo general desde el tobillo hasta la rodilla, constituyen una especie de media que no cubre los pies, sino que abriga la pierna. Se usan por afuera del calzado, e incluso del pantalón y hay modelos que cuentan con broches, cierres o botones para la sujeción.
Se utilizan con frecuencia para vestir a los niños pequeños, en algunos deportes o actividades donde los individuos están sometidos a bajas de temperaturas. Es importante que protejan del frío y a su vez permitan la libertad de movimientos. Lo habitual es que sean confeccionadas con materiales que aportan abrigo y ayuden a mantener el calor, en muchos casos se emplean materiales impermeables para evitar que el agua y la humedad alcancen el cuerpo.
Las polainas en el vestuario de un montañista cumplen diversas funciones, por un lado impiden que la suciedad y las piedrecillas del camino se introduzcan dentro del calzado, también son eficaces para resguardar el pie del agua, nieve o barro. En temperaturas bajo cero grados la polaina protege mucho al pie, ya que dentro del calzado se genera calor al caminar y afuera la nieve al ponerse en contacto con el pie se derrite y se moja pudiendo colapsar la extremidad inferior en una congelación. La polaina evita el contacto entre la nieve y el interior del calzado.

 

Características de las polainas.

Las polainas varían de tamaño según el uso, y son de diversos tejidos con el fin ser más eficaces en la protección de los pies. Existen dos modelos fundamentales, para que se adapten a las necesidades de cada montañero, unas son altas hasta debajo de la rodilla justamente, y otras llegan hasta la mitad de la pierna.

En las expediciones con muchos días en nieve y temperaturas extremas se utilizan tejidos impermeables y térmicos de Goretex, nailon, cordura, fibra polar  y/o neopreno. Normalmente disponen de una cremallera lateral o frontal que debe estar protegida y que facilitan notablemente su colocación.  Se colocan alrededor de la pantorrilla o alrededor del calzado, se cierra la cremallera y a menudo se fijan en el extremo superior con cierre de velcro. Tienen goma elástica en la parte superior, para que no se bajen y ocasionen molestias. Para que tengan apoyo en el zapato o bota, generalmente se sujetan con el cordón delantero y una cinta de nailon que se hace pasar por debajo del calzado (en el puente delante del talón), y se fija con una hebilla u ojal. La idea es que las polainas suelan cubrir todo el calzado de montaña.

En situaciones donde se utilizan crampones la altura de las polainas suele ser de unos 40 o 50 centímetros. La parte inferior debe ser tejidos resistentes como la cordura y un poco más transpirables. En ocasiones incorporan ligas internas que ajustan las polainas a las piernas. Su peso aproximado oscila por los 500 gramos.

Crampones

En conjunto con las polainas encontramos los crampones del montañista. Los crampones sirven para mantener una posición firme y evitar resbalar en glaciares, nieve, hielo. La versión más sencilla de estos tiene entre cuatro a seis dientes que se usan en escaladas sencillas o fáciles.

Los crampones deben formar parte del equipo de un montañista. Ellos ofrecen estabilidad al caminar sobre el hielo, nieve y mixtos, deben ser eficaces y duraderos. La eficacia viene dada por la estructura horizontal y el espacio entre la suela y la bota que incide en la mayor sensibilidad y precisión. El número, la posición   y la longitud de las puntas van a garantizar una rigidez y agarre óptimo al hielo, nieve y espacios mixtos. Lo duradero va en función a la calidad del acero o aluminio usado como materia prima de los crampones, pues deben ser resistentes, livianos y prácticos en no acumular nieve en sus puntas.

Por lo general vienen con un sistema de ajuste de tallas para el largo del pie y traen diversos sistemas para ajustarse a la bota. Las botas pueden ser rígidas o semi rígidas y los crampones se adaptan en función a ello y a tener la muesca de agarre. Existen crampones de ajuste automático, de ajuste con correas y de ajuste semi automático.  Para transportarlos es necesaria una bolsa de lona fuerte que evite que las puntas sobresalgan peligrosamente de la mochila o morral. La técnica de uso de los crampones se aprende en conjunto al uso técnico del piolet.

Es de resaltar las condiciones de los pies de los oriundos de la Cordillera de los Andes, estos no conocían las botas, polainas, crampones, sin embargo pudieron pisar las cumbres nevadas atravesando hielo, nieve y glaciares, solo nos queda reflexionar acerca de la fortaleza física y adaptación a las montañas de estos personajes.