Elaborado por: Expedición Andina C.A. (Fabrica artesanal venezolana de equipos de montañismo, 2020)
Los hombres se han encargado de convertir a la nieve en un motivo de diversión y desafío a sus capacidades e imaginación. ¿Qué decir de aquellos que a más de 6.000 metros de altura se aferran a paredes verticales de hielo mediante pequeños clavos, buscando una cumbre que solo les depara el placer de haber llegado a su cumbre? El montañismo en picos y nieves eternas, el deporte de esquí, las carreras de trineo o el simple gozo que proporciona el observar como caen lentamente los blancos copos, forman parte de las múltiples y deliciosas actividades que incluye ese fenómeno de la naturaleza.
Es lógico que ocurra así porque desde siempre, año tras año, la nieve cubre gran parte del globo terrestre. Miles de millones de diminutos cristales se dejan caer sobre ciudades, campos y montañas. La nieve transforma el ánimo de los hombres y los torna más alegre, más dispuestos a la sonrisa. El complicado proceso que culmina con la conversión de las gotas de agua de la atmósfera en cristales de nieve, surge de una determinada combinación da la temperatura por debajo de cero grados centígrados, un relativamente alto grado de humedad, ciertos movimientos del aire y una presión barométrica apropiada, entre otros muchos factores.
La nieve se presenta en cristales estrellados o prismáticos que, no obstante su gran variedad de formas, siguen un mismo patrón: son hexaedros. Esta particular conformación de cristales hace que la nieve contenga una alta proporción de oxígeno, fenómeno que explica los extraños casos de personas sepultadas bajo el manto blanco y que son rescatadas con vida hasta 48 horas más tarde. Es por ello también que ciertos animales pueden vivir bajo la nieve, y que por lo mismo la flora y el suelo resultan protegidos de las rigurosas temperaturas en las zonas de frió extremo. Si no existiera la corteza nívea, aseguran los biólogos, en esos lugares llegaría a congelarse la superficie y aun capas subterráneas, como ha podido comprobarse en Groenlandia.
Entre muchas otras clasificaciones, hay nieves mojadas, nieves húmedas e incluso pesadas; la primera es aquella que sufre la acción de la lluvia o la niebla; la segunda es la que contiene mucho líquido debido al color que derrite su superficie; y es la tercera la que produce la alegría general, pues se precipita en grandes copos y se compacta poco después de llegar al suelo. Cae en ambientes con temperaturas que oscilan entre los dos grados bajo cero y los cinco sobre cero. Con ella se pueden edificar castillos o moldear proyectiles, ya que es pegajosa y poco resbaladiza. En cambio, no permite esquiar porque se adquiere a las plataformas. Los expertos en este deporte prefieren la nieve pulverulenta, cuyos cristales están prácticamente intactos, con una masa que conserva gran cantidad d aire. Es la nieve, que se encuentra en los lugares muy fríos (sobre todo en las cumbres), es sumamente resbaladiza y en consecuencia la elegida por quienes gustan lanzarse a velocidades que supere los 140 kilómetros por hora.
Los excursionistas menos audaces, que prefieren pasear por la nieve llevando en su bolso una botella de licor y una barra de chocolate, deben observar previamente, que tipo de nieve es aquella por la que caminaran. Si intentaran hacerlo sobre la llamada costra no lograran avanzar más que unos pocos metros ya que ésta presenta una superficie dura pero quebradiza y su interior es de escasa consistencia. El inexperto que salga a pasear en ella se agotara rápidamente: a cada paso sus piernas se hundirán hasta tocar fondo, con el consiguiente desgaste físico.
Otra clase es la nieve cristalizada, propia de lugares donde la temperatura sube mucho durante el día y bajas extremadamente en las noches. Tal contraste produce la fusión en las horas de calor y el congelamiento en el frió: se forman entonces brillantes cristales superficiales, que originan una visión fascinante aunque peligrosa, debido a la reflexión de la luz solar (fuente: Gerardo F. Ruiz, 1979).
En alta montaña, cuando ascendemos en grupo sobre una pendiente cubierta de nieve o hielo, nos vamos a encontrar con varios factores que pueden provocar el riesgo de una caída imprevista, ya sea por la inclinación de la pendiente, por la dureza de la nieve o por el riesgo a cruzar una zona de grietas. Por lo que decidimos seguir avanzando unidos por medio de una cuerda para obtener mejor seguridad, es decir vamos a formar una cordada, la cual nos va a dar una mayor confianza para progresar. Es aquí donde se aplica lo practicado en las secciones de avance individual, ascenso y descenso y caídas, pero ahora en forma coordinada en cada una de las personas que integran la cordada.
Nos vamos a encordar por medio de un nudo ocho a la cintura o al sistema, siendo la separación entre cada miembro de la cordada la misma según la longitud del cable, la cordada no deberá de estar integrada por mas de 3 elementos, ya que será la forma más segura y rápida en el avance. La cordada se debe de balancear según el grado de experiencia de cada uno de tal manera que al subir el de menor experiencia que quede de retaguardia y permita el segundo brindar seguridad al primero y al descender el de menor experiencia que quede como puntero para ser asegurado por el segundo y por el tercero en caso de una caída.
En el avance en cordada la cuerda asegura la progresión del segundo y si este resbala el primero no tiene más que retener el peso del segundo, y si el primero es quien empieza a resbalar se encuentra por consiguiente más arriba del segundo, el segundo ya no solamente deberá retener el peso del primero, sino este mismo peso pero considerablemente aumentado por la altura de la caída y esto es un tiempo verdaderamente corto por lo que se deberá contar con un seguro eficiente.
Cuando se avanza sobre una pendiente moderada, el aseguramiento va a ser diferente si la pendiente tiende a ser fuerte o si escalamos una rampa o pared de hielo. La forma de avanzar en una pendiente moderada, va a ser llevando la cuerda tendida ligeramente floja, sin arrastrarla entre los compañeros de la cordada, cada elemento deberá sostener en las manos unas cuantas anillas de cuerda ( 3 o 5) para que en caso de que un escalador caiga, sus compañeros suelten las anillas y se anclen inmediatamente con el piolet, clavando el pico a la nieve y tomando el piolet con las dos manos, uno a la cruceta y el otro al mango. De no llevar las anillas a la mano la cuerda estará tensa y no dará tiempo a dar un seguro eficiente a la persona que cae y se correría con el riesgo de ser arrastrado. En pendientes fuertes el aseguramiento deberá ser más perfecto para que se frene la caída y no ser arrastrado; en esta clase de aseguramiento se usan las estacas, los tornillos, según sean las condiciones del terreno, usando el piolet para hacer peldaños e instalar el equipo de aseguramiento.
El puntero instala una protección y seguirá avanzando seguido de la cordada asegurados de la protección a la cual al llegar el retaguardia avisara al puntero para que este a su vez instale otra protección y el reta quite la anterior y así seguir avanzando. En el aseguramiento en paredes de hielo deberá ser con tornillos, el puntero al escalar instala sus protecciones y va a estar asegurado por el segundo o por el retaguardia se asegura con la cuerda a la cintura y el a su vez auto asegurado, el puntero posteriormente recuperara el segundo y el segundo asegurara al tercero o retaguardia que se encarga de quitar el equipo. En primavera e invierno las grietas son puentes de nieve pero en invierno por las nevadas más frecuentes, llegan a cubrirse por una capa de nieve no estabilizada y es peligroso acercarse a ellas pues están ocultas las que con un peso excesivos llegan a derrumbarse. Al acercarnos a una zona de grietas se les busca encordados, con piolet y crampones listos para una posible caída por hundimiento.
La forma de avanzar en una zona de grietas más adecuada es encordados en » V » invertida, siendo el segundo el que avance como puntero, asegurado por el primero y el tercero, al encontrar uno o varios puentes se elige el más grueso y menos largo y cruzarlo a horas del día en que el sol no ha fundido parte de él. Para comprobar el grosor del puente se detecta usando el regatón del piolet como sonda hasta encontrar el sitio que ofrezca mayor resistencia.
NOTA. La nieve es resultado de un fenómeno meteorológico que consiste en la precipitación de pequeños cristales de hielo. Los cristales de nieve adoptan formas geométricas con características fractales y se agrupan en copos. Está compuesta por pequeñas partículas ásperas y es un material granular. Puede suceder en cualquier momento de la ascensión a las cumbres más altas.
Se debe considerar los factores siguientes: La dificultad de la escalada, las condiciones de la climatología, la experiencia y la resistencia del grupo, las condiciones físicas generales (heridas y enfermedades) tanto la disponibilidad de anclaje. Se debe buscar el aseguramiento antes de que el montañista se encuentre en dificultades. Se recomienda el uso del arnés dentro del equipo elemental.
Importante: La cuerda en donde no existe anclaje seguro así como en zonas propensas a caídas de rocas y avalanchas, puede ser un peligro, por lo que el grupo deberá considerar su grupo respecto a la cordada; Se recomienda encordarse o formar una cordada en todos aquellos lugares que representen un peligro. Y en el recorrido de glaciares. La cordada como elemento de aseguramiento es básica en alta montaña. Una vez que el grupo decide formar una cordada, la escalada se divide en tramos de cuerda que van de una posición de seguro a otro, la unión de dos puntos se denomina reunión, para ocupar un lugar en la cordada se debe de tomar en cuenta: Experiencia, fortaleza, el de mayor conocimiento tomara la delantera y se le denominara primero o guía, quien tomara las decisiones de la ruta y afrontara los mayores peligros. El segundo brindara el aseguramiento al primero y podrá sugerir la ruta en caso de haber un tercero este llevara el mayor peso; los novatos se procurara que vayan en la zona intermedia; si existe igualdad de conocimiento se rolaran los puestos de la cordada, durante el descenso el mejor preparado se quedara en la parte más alta, será el último en bajar estando el segundo en posición de asegurar la bajada del último. Por las características del clima, se requiere ropa bien abrigada para el frío, gorro, gafas oscuras porque el reflejo del sol en la nieve produce ceguera temporal o definitiva y cremas anti solares.
En conclusión es importante para el montañista conocer los tipos d nieve para disfrutar de ella y no ponerse en peligro.