Elaborado por Expedición Andina C. A (Fabrica artesanal venezolana de equipos de montañismo, 2019)
El morral técnico de montañismo es el equipaje por antonomasia del montañista, expedicionario, excursionista, especialista en rescates o aventurero. Sin embrago no todos los morrales o mochilas existentes en el mercado son idóneas, un destino o actividad en concreto obliga a un equipaje especializado. Un morral fiable, de buen tamaño acorde con las capacidades físicas del individuo, estrecho, de fácil acceso al contenido, seguro, estanco y resistente al peso es el morral o mochila a conseguir.
Gracias al excelente corte de un morral técnico de montañismo y a sus sistemas de transferencia de cargas, el mismo alcanza un nivel de confort durante el porteo inigualable al reducir la tensión y fatiga que ha de soportar el cuerpo humano, facilitando el transporte de varios kilos de peso. Las láminas de aluminio reparten la carga uniformemente siendo las caderas las que soportan más peso, facilitando el transporte. Las láminas de aluminio reparten la carga uniformemente siendo las caderas las que soportan el mayor peso. Las barras de aluminio en forma de S pueden ser dobladas para conseguir ajustes personalizados de hombros y caderas. La bandeja del polietileno del cinturón lumbar permite a la estructura principal de la espalda transferir la carga directamente a la cadera. La idea del concepto es un diseño que responda a la exigencia específica de transportar la carga con la máxima estabilidad y durabilidad sin renunciar a un elevado nivel de confort y prestancia. La ventilación en la espalda con múltiples capas anti sudor permiten mantener la espalda fresca y sin peso que maltrate la columna. Unas hombreras acolchadas para favorecer el roce junto a una cinta de pecho que evite se salgan las hombreras, permiten al usuario tener seguridad de no perder el equilibrio en las cimas escarpadas.
Para mayor seguridad en los traslados del morral o mochila técnica de montañismo durante los viajes, antes de la caminata, debe ser un bulto totalmente cerrado que no deje nada a la vista y que no se pueda abrir con simplemente desabrochar o que algo quede a merced de caerse o ser sustraído (la sobre tapa del morral evita esto). La idea es buscar transportar la carga en las mejores condiciones, tanto para el usuario como para el contenido.
El morral posee todo tipo de correas, lo cual se comporta como un anzuelo que puede prenderse en las cintas transportadoras de los aeropuertos, autobuses, mulas y puertas, produciendo tirones y desgarros del cuerpo del morral o mochila. Para evitar este suceso, no frecuente pero posible, se incorpora al mismo en una bolsa plástica, o en un saco plástico, o simplemente recoger y ajustar bien las hebillas y cintas colgantes al cuerpo del morral.
Una buena impermeabilización del morral es importante, al fin y al cabo, durante el viaje no debe mojarse el equipaje ni su contenido. Hay varias técnicas y métodos para hacer lo más impermeable posible al morral, ya que este nunca será hermético al agua. Durante lluvia prolongada y ante fuertes vientos puede penetrar agua al interior del morral a través de los tejidos y costuras con cierta vulnerabilidad produciendo humedad. El polvo es otro elemento de la naturaleza que trae serios problemas, en la medida de lo posible el morral debe contener todo cerrado, estanco e impermeable.
Revisar que el tejido del cuerpo del morral técnico tenga adecuado tratamiento de impermeabilidad con revestimiento de poliuretano interiormente y por fuera con silicona disminuye considerablemente la permeabilidad del mismo. Se recomienda empacar ordenadamente en bolsas herméticas de distintos colores los artículos, por sección de cocina, vestimenta, primeros auxilios, comida, documentos, combustible, iluminación, así tienen doble tratamiento para protegerse del polvo y la humedad. Es de considerar que el cuerpo del morral puede ser en poliéster, que es un material que se muestra más impermeable que el nylon, sin embargo, la resistencia al roce continuo y al peso del nylon supera al del poliéster con creces. Estos elementos de telas y recubrimientos son inflamables, por ello hay que estar atento en mantener el equipo alejado del fuego del hornillo o fogatas.
Cubre morral impermeable, sin costuras y con un ajustador de tallas en la parte superior, lo cual permite proteger al morral y las cosas que incorpore en las cintas como una colchoneta, casco u otros.
Luego de un viaje, excursión, expedición, búsqueda y rescate, con absoluta certeza, existe una serie de pequeñas cosas que ahora en adelante deben integrar a su vida cotidiana. Deviene un periodo de adaptación con dos facetas: la fisiológica y la psicológica. La primera consecuencia del cambio de horarios, de la rutina, de las comidas, del sueño, el descanso muscular de la caminata. La segunda, después de muchos días de expedición, excursión o rescate, se vuelve a la cotidianidad, para lo cual se recomienda un periodo adaptativo, es decir la actividad termina en unos días más durante los cuales el sujeto se ocupa de limpiar, reparar, secar y guardar en perfecto estado el equipo utilizado. Solo así podrá disponer del mismo para otra actividad, pues el no darle mantenimiento y limpieza a tiempo puede evitar degenerar el mismo dejándolo inservible.
Limpiar e inspeccionar el morral técnico de montañismo luego de una actividad es indispensable. Revisar que no queden objetos o comida dentro, entre las costuras y bolsillos. Se recomienda pasar un trapo húmedo por dentro y por fuera del morral visualizando cada pieza y su estado, luego colocarlo al sol para asegurarse eliminar rasgos de humedad. Jamás introduzca un morral técnico en lavadora o secadora, no lo exponga a detergentes, pues afectara la capa impermeable de la tela. Si encuentra una mancha difícil, cepillar con agua enjabonada la sección hasta dejar limpio y con agua sacar los residuos de jabón, sin tocar el resto del morral. Lo puede desarmar siempre y cuando este seguro de volver a colocar todo en su justo lugar. Guardar el morral técnico de montañismo, limpio y seco es fundamental para su durabilidad. Si es marca Expedición Andina, con este tratamiento, le aseguramos décadas de uso continuo.
Al mismo tiempo de la limpieza y mantenimiento de los equipos, se realiza una profunda valoración de la experiencia finalizada. Esto va a permitir incorporar los conocimientos adquiridos, las nuevas experiencias y por lo general surge, involuntariamente, la preparación para futuras aventuras. ¿Hasta qué punto la información previa y los preparativos en general fueron acertados y completos?; ¿el equipo y la ropa han sido los adecuados, excesivos o incompletos?; el análisis debe ser casi inmediatamente, ya que el paso del tiempo distorsiona los recuerdos y apreciaciones de los sucesos.
Otra vía de auto-valoración es compartir el viaje, excursión, rescate con los otros, tendiendo a resumirlo en varias historias centradas en sucesos fundamentales a manera personal. Estos pasos favorecen la adaptación psicológica de la actividad al individuo.
Al final del camino abras obtenido mucho más que un recuerdo gratificante: la actividad realizada es ya la historia de un viaje que te pertenece definitivamente, que ha quedado incorporado a tu propia historia de vida.