Elaborado por: Expedición Andina C.A (Fabrica artesanal venezolana de equipos de montañismo, 2019)
Antes de comprar un morral grande de armadura interna, se debe decidir qué capacidad es la más adecuada en función del uso para el cual se adquiere. Las salidas que implican acampada de uno o varios días, precisan de una mochila entre 50 a 80 litros, de manera que puedan cargar entre 14 y 35 kilos de manera confortable en la espalda del usuario. Indiscutiblemente las marchas largas y las ascensiones invernales requieren capacidades cercanas a los 80 litros, incluso pueden implicar más capacidades para lo cual se recomiendan los talegos o petates para sustituir a los morrales que se prestan para el traslado en aeropuertos y en mulas a través de las montañas.
El objetivo principal es entonces, comprar un morral que se ajuste a su cuerpo y le permita llevar lo mínimo necesario para pasar varios días a la intemperie exitosa mente, vale decir, sin enfermar o padecer algún mal de montaña. Por ello el morral debe ajustarse a la longitud de la espalda, es uno de los elementos más importantes para tomar la decisión adecuada. Cuando se elige el morral debe hacerse sin prisa, cargarlo como lo haría en una ascensión. Si es posible lleve el equipo a guardar a la tienda, cárguelo más o menos de la forma acostumbrada, sabrá si lo lleva bien y si las cintas reguladoras proporcionan el ajuste mínimo esperado.
Afloje todas las cintas de ajuste antes de cargar el morral, a continuación se regulan siguiendo el orden que aconseje el vendedor. Luego observe en un espejo, o pregunte a alguien, si la estructura coincide correctamente con la curva de su espalda. Si no es así, compruebe si la armadura se puede doblar para mejorar el ajuste (algunas estructuras están moldeadas en materiales plásticos y resulta imposible modificar su forma). Las hombreras deben unirse a la mochila a unos centímetros por debajo del punto más alto de los hombros y dejaran poco o ningún espacio detrás de la espalda.
Una vez que el morral este ajustado al gusto, compruebe si permite buena movilidad de la cabeza: ¿se puede mirar hacia arriba sin dar con la cabeza en la estructura, o en el bolsillo superior? ¿Se puede mirar hacia arriba con el casco puesto?. A continuación compruebe si lleva un buen acolchado en las zonas de contacto con el cuerpo. Preste atención al grosor y a la calidad del acolchado utilizado en las hombreras y el cinturón. El cinturón es una pieza clave del morral, su acolchado deber cubrir ampliamente los huesos de la cadera. Para una transferencia adecuada del peso a las caderas, el cinturón debe abrazar la parte de arriba de los huesos de la cadera, no el perímetro de la cadera ni el de la cintura.
Tome en cuenta que el morral de un montañista tiene que transportar artículos bastantes pesados como cuerdas, comida, carpa, saco de dormir, mosquetones, casco, piolet y crampones. Elija un morral con una armadura interna resistente y un cinturón con una anchura mínima de cinco centímetros en el cierre y diez centímetros en la zona de las hebillas, hebillas de apertura rápida resistente, porta piolets y correas para transporte de equipos. Otro aspecto es verificar que la calidad de las hebillas ante temperaturas desde 40°C a -15°C se mantenga en buen estado y no pierdan su función.